“Después de dos años de matrimonio, decidimos que estábamos preparados para ser padres. Tuvimos un embarazo completamente sano y maravilloso. Sin embargo, a la semana 37, sin motivo alguno, el corazón de nuestra hija Julieta se detuvo y ella falleció. Fue una pérdida devastadora para nosotros, y una parte de nosotros murió con ella. En la búsqueda de respuestas sobre por qué nos sucedió a nosotros encontramos a Maru, la mamá de Arturo. Ella también vivió la muerte de su hijo y, con su experiencia y años de trabajo, nos ha ayudado enormemente en nuestro proceso de duelo. Maru nos ha enseñado a vivir con el dolor, buscando siempre la mejor manera de comprenderlo. Su acompañamiento ha sido invaluable y gracias a ella, hemos podido avanzar , encontrando lo positivo dentro de todo lo malo y manteniendo siempre presente el amor y los recuerdos vivos de hermosa hija Julieta, nuestra bebé Estrella. Estamos agradecidos por el apoyo recibido y seguimos trabajando en nuestro camino a la sanación”.
